Un ciclo que llega a su fin.

Un ciclo que llega a su fin.

La vida está llena de ciclos. Ciclos que empiezan, se estancan, se rompen o terminan. Ciclos que se ven afectados por circunstancias personales, externas, internas o adversas pero avanzamos dentro de ellos.

Asteia nació en un ciclo lleno de esperanza, de ilusión, de fuerza, pero no de salud.

He conocido a muchas personas pero no todas conocen la historia de como fue la creación de este lugar que ha sido refugio, un parón en el camino, una salida hacia otros mundos dentro del caos en el que vivimos. Asteia fue una semillita, cuidada y regada con muchísimo amor tanto nuestro, como de las personas que nos han acompañado en este viaje. Una semilla que abría una puerta hacia varias posibilidades, cuando el mundo nos estaba cerrando muchas.

Desde el 2020 ha sido una tarea realmente difícil cuidar de este árbol. Todo se paró, todo cambió y de hecho, el mundo sigue cambiando a ritmo acelerado. La salud, física y/o mental, es algo que muchas veces no tenemos presente. En estos últimos años en Asteia ha sido, y sigue siendo, necesaria, primordial, para que el árbol siga creciendo y expandiéndose pero desde hace mucho tiempo, la salud no nos ha acompañado tanto como nos hubiera gustado y sin salud, no podemos seguir regando este árbol. Han sido muchas noches sin dormir, muchos momentos de desesperación, estrés y dolor. La salud nos ha ido avisando pero no la hemos escuchado y ahora, ya no es un susurro, es un grito desgarrador. No podemos omitirlo.

Un ciclo ha terminado para Asteia y ya no será un albergue. Ha sido una decisión compleja, pero es el momento de comenzar nuestro ciclo de sanación, de cuidar nuestra salud. No es un Adiós, ya que Asteia seguirá existiendo, es un hasta pronto. Asteia seguirá siendo ese árbol maravilloso lleno de vida y luz y aunque no sea el árbol que el mundo pensaba que sería, seguirá ofreciendo un espacio donde crear, aprender, relajarse unas horas pero con un aspecto, un carácter diferente. Asteia siempre será en esencia un refugio y ha llegado el momento de que ese refugio nos cuide y proteja para que podamos seguir haciéndolo crecer y expandir nuestras ramas por el cielo.

Gracias de todo corazón a aquellas personas que han caminado a nuestro lado, que han aportado luz, amor y cariño en este árbol. Sin nada de esto, Asteia no sería ese árbol tan precioso y mágico que es hoy.

Hasta pronto.

🌳
No Comments

Post A Comment

Utilizamos cookies propias y de terceros para obtener datos estadísticos de la navegación de nuestros usuarios y mejorar nuestros servicios. Si acepta o continúa navegando, consideramos que acepta su uso. Puede cambiar la configuración u obtener más información. más información

Los ajustes de cookies de esta web están configurados para "permitir cookies" y así ofrecerte la mejor experiencia de navegación posible. Si sigues utilizando esta web sin cambiar tus ajustes de cookies o haces clic en "Aceptar" estarás dando tu consentimiento a esto.

Cerrar